Los Juegos Olímpicos de Rio despiertan interés y admiración en todo el mundo. Río de Janeiro ha apostado desde el principio por ser una smart city. Sin embargo, desde que allá por el 2013 la ciudad brasileña consiguiera ser designada como la mejor smart city de ese año, el camino que aún les queda por recorrer a los gobernantes de Río es largo para llegar a ser una ciudad inteligente.

A partir de los dos grandes eventos que la ciudad ha acogido en estos últimos años – Mundial de 2014 y Juegos Olímpicos – se decidió hacer un esfuerzo de casi 40 millones de dólares para estar a la altura de estos dos acontecimientos mundiales. Por un lado, esto requería la construcción de nuevos estadios, nuevos hoteles o expandir el tráfico urbano, es decir, crear grandes infraestructuras.

Fotografía tomada de: http://www.digitalistmag.com

Pero por el lado tecnológico de la información y la comunicación, se creó con la ayuda de IBM un centro de monitoreo, llamado CCIC (Centro Integrado de Comando y Control), en el que se coordinan los distintos cuerpos de policía, bomberos, ambulancias, guardia municipal y protección civil de la ciudad desde un mismo punto. Con esto se permite actuar con mayor rapidez a situaciones de emergencia y a realizar operaciones de seguridad. Esta infraestructura cuenta con 98 pantallas LED y 500 cámaras de circuito de cerrado en distintas partes de la ciudad.

Otro de los centros creados para la ocasión fue el COR (Centro de Operaciones de Río) encargado del monitoreo de seguridad, tránsito y clima. A la contribución de estos dos grandes proyectos se sumaron empresas como Cisco que donó equipamiento de tele-presencia y hardware, Samsung, que aportó una mega pantalla con información relevante sobre el tiempo, calidad del aire o del agua o imágenes por satélite, además de la ya citada IBM.

Asimismo, Visa ha creado unos anillos inteligentes, integrados con la tecnología NFC, que permitirá a los integrantes del Team Visa comprar sin necesidad de llevar cartera o tarjetas de créditos encima. Este anillo lleva un chip creado por la empresa, experta en el Internet de las Cosas (IoT), que permite la capacidad de pago sin contacto.

Juegos Olímpicos de Río, buscando el equilibrio

Aunque estos proyectos fueron acogidos y aclamados por políticos y medios de comunicación, el problema según un estudio de la revista Journal of Urban Technology es que el aprovechamiento de estos sistemas no es el mismo según qué parte o distrito de la ciudad atañe, es decir, Río de Janeiro es una ciudad con mucha desigualdad y esto también se nota a la hora de contar con una buena red que garantice que es una ciudad inteligente.

Otro de los puntos negativos que se señala en este informe, es que desde el centro CCIC los datos y la información recopilada es borrada cada 90 días. El investigador Christopher Gaffney señala convenientemente que “tener más datos no es necesariamente bueno. Lo importante es cómo se utiliza, cómo se accede a ellos y qué políticas se proponen con ellos”.

Por último, no toda la ciudadanía brasileña ha acogido con buen agrado ni la celebración del Mundial ni los Juegos Olímpicos, lo que se ha traducido en numerosas protestas y manifestaciones. Los investigadores critican que las autoridades hagan uso de estos sistemas inteligentes para reprimir la agitación social que se vive en el país durante los últimos años. Señalan que una de las claves para entender el concepto de smart city es conseguir una mayor participación ciudadana en el desarrollo de la ciudad, no como se intenta hacer desde Río con su represión.