La Unión Europea ha fijado como objetivo la neutralidad de carbono para 2050. Las altas emisiones de CO2 que se liberan día a día a la atmosfera propician el calentamiento global, creando un manto cada vez más denso y haciendo que la Tierra se caliente. Esto está provocando subidas del nivel del mar, alteraciones en la cadena alimenticia o aumentos extremos de temperatura, entre otras. Una manera de rebajar las consecuencias mientras seguimos trabajando por el cambio definitivo, es mediante la electrificación de la economía.

¿Qué es la electrificación?

La electrificación consiste en sustituir aquellas tecnologías que utilizan combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo o el gas natural) por otras que funcionen con electricidad. Electrificar la economía es clave para lograr la descarbonización y cumplir con los objetivos establecidos por la UE. Este proceso debe llevarse a cabo en todos los sectores industriales, así como en los vehículos y a ser posible, los hogares. La electrificación se encuentra en el centro del camino hacia la transición energética. Caracterizada por permitir el desarrollo de energías renovables, la evolución de las redes de distribución y una revolución en el uso de energía.

Sectores que debemos electrificar

La electricidad que obtenemos de fuentes renovables como la energía hidráulica, eólica o lumínica, es capaz de reemplazar el uso directo de combustible fósiles. Los sectores considerados principal causa de emisiones de gases de efecto invernadero, son:

• La industria. Si se electrifican los procesos productivos, la intensidad de energía utilizada disminuye significativamente. Este es uno de los objetivos que se logran con la transformación digital de la Industria 4.0.

• Los edificios. Sólo en España, en las últimas tres décadas se han construido más de 8.000.000 de viviendas. Si sumamos a estas la cantidad de edificios públicos y los ya construidos en antaño, obtenemos una inmensa cantidad de edificios necesitados de energía. Por ello, es necesario llevar a cabo estrategias de reducción. Por ejemplo, con el intercambio de las calderas de gasoil o gas por bombas de calor, estamos reduciendo hasta 4 veces la energía utilizada.

• El transporte. El coche es el vehículo que mayor cantidad de CO2 emite por pasajero. Cada vez, existen más alternativas de transporte que se alimentan de energía en lugar de combustibles. Los vehículos eléctricos son entre tres y cinco veces más eficientes que los de motor de combustión interna. Se espera que para 2030, alrededor de 5.000.000 de vehículos eléctricos estén circulando por las calles de España.

Beneficios de la electrificación

Aunque el principal objetivo de la electrificación es la reducción de emisiones de gases a la atmósfera, este proceso trae consigo otros beneficios. Un mayor uso de la electricidad, permitirá:

• Autonomía energética. Al ‘abandonar’ los combustibles fósiles y hacer uso de las eléctricas, dejamos de depender de terceros que nos suministren dichos combustibles.

• Generar más empleo. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé que la inversión en energía renovable podría generar entre 100.000 y 130.000 nuevos empleos para 2030. Además, según las previsiones, el cambio de modelo energético puede generar cerca de 120.000 empleos indirectos adicionales cada año.

• No agotamiento de energía. Los combustibles, además de ser altamente perjudiciales, acarrean otros problemas como la dificultad de abastecimiento o el agotamiento de los recursos. La energía de origen fósil tiene un fin establecido, ya que es extraída y consumida. Sin embargo, esto no ocurre con la energía eléctrica, en la que los recursos naturales son solo un medio para obtener la energía final, no pueden ser agotados.

• Transformar hogares y oficinas en inteligentes. Los dispositivos electrónicos están cada vez más conectados gracias a las oportunidades de las nuevas tecnologías. Esto permite la digitalización de hogares y edificios, abriendo paso a las Smart Home y Smart Buildings, los nuevos inmuebles de las ciudades inteligentes.

• Ahorrar en facturas. Otra de las ventajas de las renovables es la rentabilidad que ofrecen. Son sin duda la fuente de energía eléctrica más económica disponible. Con el aumento de generación de energía a partir de renovables, disminuirá el coste medio de energía en la factura que pagan los consumidores.

Electrificación de las cosas

Como mencionamos al hablar de edificios y hogares inteligentes, la cantidad de dispositivos móviles que se conectan en la red va en aumento. Esto implica un mayor consumo de energía eléctrica, y con el creciente desarrollo del Internet de las Cosas (IoT), mayor es la tendencia a electrificarlo todo.

La electrificación es una parte realmente importante de la tecnología IoT. Los dispositivos IoT que se interconectan lo hacen mediante energía eléctrica. Gran parte de los retos de esta tecnología necesitan del proceso de electrificación. El potencial del IoT tiene capacidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos así como de los entornos empresariales. Sus características más notables son:

• La creación de nuevas oportunidades y modelos de negocio más sostenibles que se desarrollen y utilicen energía eléctrica
• Encontrar soluciones de manera más eficaz (en menor tiempo) gracias a la información recopilada con los sensores a los que los dispositivos se conectan
• Mayor eficiencia para automatizar negocios, procesos industriales, y tomar decisiones en tiempo real gracias a la monitorización

Todo esto nos lleva al desarrollo de las Smart Cities, ciudades que buscan promover el desarrollo sostenible en todos sus ámbitos, desde la movilidad, la gobernanza o la economía, hasta el modo de vida de cada uno de sus ciudadanos. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que la electrificación de las cosas influye de manera directa y positiva a nuestras vidas, tanto conjunta, como individualmente.